Previo al homenaje realizado a Santiago Amor, FOACAL le realizó una pequeña entrevista. Desde el equipo de Forjas Amor, queremos compartirla con todos vosotros, para que de este modo podáis conocerle mejor.
¿Cómo, por qué y cuándo empezó en este oficio?
Empecé mi carrera, como aprendiz, en una empresa de fundición y mecanizado, en el otoño de 1960. Por aquel entonces se comenzaba a trabajar a una edad muy temprana.
Una vez allí, pude descubrir poco a poco mi vocación por el arte de trabajar el hierro.
¿Qué tipo de productos de forja tienen más demanda en el mercado español?
Según mi experiencia, rejería, artículos de decoración y herrajes.
¿Cómo definiría el oficio de forjador?
Como el trabajo según el cual, se moldea el hierro, de modo que sea cual sea la función de la pieza, se le añade a través de las ideas artísticas que surgen, una estética determinada.
¿Cuál es el mejor recuerdo de sus más de 50 años como forjador?
Tengo tan buenos recuerdos que cuesta quedarse solo con uno, pero es posible que el mejor recuerdo sea, el del día en el que, al fin vi cumplido mi sueño de abrir mi propio taller de forja.
¿Cuál es su peor recuerdo de sus más de 50 años como forjador?
Profesionalmente lo mas duro siempre es ver como se destruye tu trabajo, como en la desaparición de la Sala Eros, los murales fueron desmontados y destruidos, lo mismo sucedió con los de la discoteca «Los Yodis», ambas salas palentinas.
¿De qué está más orgulloso profesionalmente?
De la creación de uno de los talleres mejor preparados técnicamente en este momento y con unos profesionales de un elevado nivel artístico.
En su opinión ¿cuáles son las cualidades principales en un artesano?
Para empezar, creo que es esencial para ejercer cualquier oficio artesano, muchísima sensibilidad artística y una buena perspectiva del trabajo final.
¿Por qué es importante que la artesanía se mantenga viva?
Porque implica la creación de belleza, y da un valor añadido al producto final, como es la exclusividad de cada pieza. Por ello creo que nunca será reemplazada por un proceso puramente seriado y mecánico, pues siempre tendrá su hueco en el mercado.
¿Ha transmitido usted sus cocimientos sobre el oficio?
Me enorgullece saber que así es, los tres oficiales artesanos de mi taller, llevan conmigo alrededor de treinta años, destaca entre ellos José Manuel Caro del Río, quien ha alcanzado una gran maestría en la forja, a mayores tengo la suerte de contar con la colaboración de mi hija Inmaculada, quien ha heredado mi amor por el arte, convirtiéndose en escultora y diseñadora.
¿Cómo ha evolucionado el oficio de forjador?
Al igual que ocurre en el resto de oficios artesanos, hoy en día se dispone de instrumentos, que logran agilizar la parte mas física del proceso, pero el peso del trabajo recae sobre la parte artística, en nuestro caso, moldear el hierro y esto siempre es realizado a mano.
¿Cómo ve el sector de la forja en 30 años?
Las bases de este oficio, llevan sentadas demasiado tiempo como para que treinta años puedan cambiarlas. Por desgracia el único cambio que se aprecia, conforme pasan los años, es la continua desaparición de talleres de forja así como forjadores.
Cuando la nueva escuela de artes y oficios palentina este acabada, esperamos que se reabra el taller de forja, ya que fue cerrado por falta de medios.